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Iglesia Museo Santa Clara

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Abierto al público:
Martes a viernes de 9 a.m. a 5:00 p.m.
Sábados y Domingos de 10 a.m. a 4 p.m. 

La antigua Iglesia de Santa Clara, actualmente Museo de Arte Colonial y espacio para el arte contemporáneo, se encuentra ubicada en el Centro Histórico de Bogotá, en el barrio conocido como La Candelaria, cuenta con una gran colección de obras pictóricas y se le considera una de los patrimonios coloniales más importantes con respecto de las demás iglesias. El espacio es administrado por el Ministerio de Cultura de Colombia.

Es el primer ejemplo de Museo Iglesia en Colombia y una de las pocas que perduran de las que pertenecieron a las comunidades religiosas femeninas del período colonial. Su rica colección comprende un número importante de pinturas de los maestros más notables del siglo XVII: Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, Gaspar y Baltazar de Figueroa y Agustín García Zorro de Useche entre otros, además de grabados, esculturas, relieves, y retablos ricamente tallados y recubiertos con hojilla de oro de veintidós quilates. La abundante pintura mural esparcida en los coros, el presbiterio el arco toral y la sacristía, tiene motivos de ángeles, santos, flores, animales y frutas tropicales.

Principios

La Iglesia de Santa Clara perteneció a la orden religiosa de las Clarisas que se fundó en Santa Fe de Bogotá en el año de 1629. Construida por el arquitecto español Matías de Santiago se inició la construcción en 1619 y se terminó de construir en 1647.En pleno siglo XVII, el primer arzobispo de la ciudad, Fernando Arias de Ugarte, realizó las gestiones pertinentes para fundar en la ciudad de Santa Fe el tercer convento femenino y el cuarto de clarisas del Nuevo Reino de Granada con el fin de albergar en su recinto a las doncellas santafereñas bien fueran criollas o venidas de la península ibérica. La comunidad contemplativa de las Clarisas que se rige por las reglas de San Francisco de Asís, se funda en Santafé en 1629 con 24 religiosas para la mitad del siglo.

Vida en clausura

Se cuenta que a las muchachas que ingresaban al convento no se les permitía salir , ni a volver a ser vistas por su familia, ni ningún pretendiente, quedando apartados del mundo exterior. La única forma de salir de este encierro era muertas, fin habitual de las monjas de clausura; he aquí la razón de varios retratos de este tipo de escena en la iglesia actual.

Dentro de una estructura social estamental de corte señorial, la mujer de la colonia tenía solamente dos opciones: el matrimonio o el convento. Al convento ingresa como religiosa, todavía niña y educada al cuidado de las monjas, en calidad de donada como servidora del convento o en su estado de viuda. Existían dos tipos de monjas según el rango que tuvieran: las de velo negro, se encargaban de las principales tareas administrativas o de trabajo de tesoreras, y las de velo blanco, que tenían las tareas más rudimentarias y básicas del convento.

Arquitectura
Su arquitectura es de estilo Romano, ya que presenta arcos de medio punto, por lo que la iglesia sería del barroco español siendo característico del Barroco Desornamentado al no tener muchas decoraciones en la fachada. La iglesia cuenta solo con una nave, una torre en la parte superior; Desde afuera se ve techo arquitrabado, aunque por dentro el techo forma una bóveda de cañón sin cortes, excepto por un arco de medio punto que separa el presbiterio del resto de la estructura.

El suelo y las paredes están compuestos por materiales de la época de bajo precio ya que en ese tiempo costaba hacer algo muy elaborado; En el interior se puede notar un segundo piso, en las paredes, pilastras y en la parte del fondo una serie de hornacinas donde se encuentran figuras religiosas. El lugar ya ha sido desacralizado aunque conserve estas características y definiciones. Esta es muy parecida en estilo a las demás iglesias coloniales de Bogotá.

Estilo

Se inscribe dentro del Barroco atemperado que distinguió los monumentos coloniales del Nuevo Reino de Granada. Se caracteriza por la carencia de soluciones barrocas en lo espacial y en lo estructural y por manifiesta riqueza decorativa que aquí se hace evidente en la pintura mural y en el profuso recubrimiento de madera tallada y dorada de los retablos,
En esta construcción se conjugan elementos de los estilos mudéjar, renacentista y barroco, reflejo de un quehacer artístico muy colonial así como de las condiciones geográficas y sociales de la Bogotá de los siglos XVII y XVIII. La traza de la iglesia es obra del Maestro Matías de Santiago, con muros macizos y muy austeros hechos de mampostería en los que se abren escasas ventanas, y rematados en la esquina nororiental por una espadaña de ladrillo.

Decorado

Entre el severo exterior del edificio y su piso interior hay un contraste enormemente llamativo. El techo en bóveda esta tachonado de flores de madera doradas (de estilo Barroco) que al tener espacios en azul y amarillo, reflejan los dos colores de la inmaculada concepción. También con retablos en ambas paredes, pintura mural, las celosías estrelladas y una colección de cuadros al óleo, recubren los muros sin dejar un solo espacio vacío.

El interior tiene algo común entre las iglesias coloniales con respecto de los colores principales que se pueden ver en la decoración, y es que son dos principalmente: el rojo y el amarillo. El rojo en la iglesia católica simboliza la sangre de cristo, el amarillo en cambio simboliza la ostia de trigo, que representa el cuerpo de cristo.

Existen en algunas partes de la paredes interiores de la iglesia frescos originales del siglo XVII que fueron recubiertos en madera de color rojo con estrellas doradas.

El legado pictórico proviene de los siglos XVII y XVIII. Los temas de esta iconografía pertenecen al Antiguo y al Nuevo Testamento, repitiéndose varias veces sus motivos en versiones diferentes.

Son 103 cuadros (muchos de ellos firmados por Gaspar y Baltazar de Figueroa y Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos), 24 tallas en madera estofada con figuras policromas provenientes de los siglos XVII y XVIII.

 

Restauración

En el año de 1969 el Gobierno Colombiano adquiere en propiedad la Iglesia de Santa Clara para destinarla y convertirla en museo. Esta fue afectada seriamente por un terremoto que tuvo lugar en 1785, a la cual se sumó la explosión de polvorería en 1855. Las reconstrucciones que se hicieron después aportaron poco al templo. Por razón de la exclaustración de 1813, perdió muchos elementos ornamentales. La restauración del edificio se emprende en 1977, trabajando por etapas. El proceso completo termina en 1983. La iglesia ofrece actualmente a la vista del público, las diferentes etapas de su devenir histórico, a partir del momento de su construcción por el maestro Matías de Santiago.

Actualidad

El edificio evoca las proporciones de los templos doctrineros localizados en los pueblos de indios: un largo rectángulo de una sola nave cubierta por una bóveda de cañón, coro a los pies y arco toral que introduce el presbiterio.
Recientemente, se ha descubierto bajo la arquitectura de madera, pintura mural de los siglos XVII y XVIII con motivos ornamentales fitomorfos. Las dos fachadas exteriores, tienen en su parte superior ventanas y tragaluces de rejas estrechos y asimétricos, determinando el mínimo grado de relación que debe ocurrir entre el espacio interior con el exterior. El convento adyacente donde solían vivir las monjas fue demolido entre 1912 y 1914.

Fue declarada Monumento Nacional mediante el decreto N.°1584 de 1975. Restaurada y abierta al público como museo en 1983, tras ser adquirida por el Estado colombiano. Hace parte del antiguo convento de clausura de las Hermanas Clarisas y cuenta con una colección conformada por 112 pinturas, 24 esculturas, 9 retablos y numerosas pinturas murales

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  • Dirección: Carrera 8 Nº 8-91

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